La joven madre, quien hoy tiene 28 años de edad, comento que sus padres le brindaron todo el apoyo que necesitaba para seguir con su labor, la parte que mas complique tuvo fue cuando tuvo que hablar a sus hijos sin tapujos del tema.
Esto sucedió porque varios compañeritos de sus hijos, en el colegio ya se habían enterado de que ella aparecía en un video y amenazaban con avergonzarla públicamente y hasta en redes.
“Los amiguitos de ellos les dijeron: ‘Vamos a ‘carteliar’ a su mamá en Facebook con un video que ella hizo, y hay un poco de viejas ahí. ¿No lo han visto? Nosotros se lo vamos a mostrar’”, expreso la modelo.
La modelo indico que cuando sus hijos le preguntaron por el hecho, ella no tuvo mas opción que explicarles de que trataba su trabajo.
“Primero les mostré lo del modelaje. Les dije: ‘Yo hago esto. sin ropa’. Y les mostré cómo se manejaban los dildos y todo eso. Pero les dije que la mamá no estaba haciendo nada malo, que no es prostitución y que ningún hombre me está tocando”.
Su hija lo asimiló de una buena forma y hasta la defendió, pero con su hijo la situación se torno mas complicada.
“Con el fue diferente. Porque me dijo que le estaban diciendo que yo no hacía sino mostrar todo. Le dije: ‘Yo hago esto, esto y esto’. Sí se quedó unos días como ‘maluquito’, pero ya está más relajadito”, contó Pineda.
El relato de esta joven madre, deja en evidencia no solo que ha sido blanco de criticas y señalamientos por su trabajo ante una cámara, sino también de violencia, ya que obligo a su familia a salir de Ituango (Antioquia) cuando ella era solo una niña.
Y aunque en un primer momento cuando Yudy se encontraba en el colegio, buscó refugio en un convento ya que se sentia totalmente convencida de que quería ser monja, y estuvo allí varios años, la tentación pudo mas, Yudy se enamoro de un joven el cual la hizo desistir de su vocación.
De igual forma, dice, que ella con la religión esta muy firme, no falla los domingos a la misa y tiene muy en claro que su prioridad es sacar su familia adelante, asi tenga que seguir exhibiendo su cuerpo, como dice el dicho: ‘ el que reza y peca, empata’.
La verdadera razón por la Yudy se dedica a este oficio son las ganancias que obtiene: un promedio de 8 millones de pesos, aunque debemos restarle los diezmos que paga religiosamente,
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