Un estudio reciente ha revelado una alarmente cifra: más del 66% de las personas que realizan inyecciones de cirugía estética en el Reino Unido carecen de la cualificación médica necesaria. Esto pone de manifiesto un riesgo significativo para la seguridad de los pacientes y plantea interrogantes sobre la regulación de este tipo de procedimientos en el país.
Este estudio, que es el primero en su tipo en investigar a los proveedores de servicios cosméticos inyectables como el Botox y rellenos dérmicos en el Reino Unido, ha revelado que algunos de los profesionales que llevan a cabo estas inyecciones son dentistas y enfermeras.
Peligro por cirugías estéticas no calificadas en Reino Unido
El estudio analizó 3000 sitios web relacionados con cirugía estética e identificó a 1163 médicos, lo que representa el 32% del total. De estos médicos, el 41% eran especialistas y el 19% eran médicos generales registrados (GP).
El resto de los profesionales consistía en una variedad de profesionales de la salud, con las enfermeras representando el 13%, los dentistas el 24% y las enfermeras dentales el 8%.
Es importante destacar que se espera que el mercado de cosméticos inyectables alcance un valor de £11,700 millones para 2026, pero actualmente opera con una regulación limitada debido a la falta de transparencia en los antecedentes de los profesionales.
El Dr. David Zargaran, autor del estudio, expresó su preocupación por los antecedentes diversos de los profesionales que realizan estos procedimientos y las implicaciones que esto tiene para la competencia y el consentimiento informado de los pacientes.
En este sentido, señaló la necesidad de que el gobierno establezca un esquema de licencias que garantice que los médicos con licencia poseen las habilidades y la experiencia necesarias para administrar tratamientos de manera segura y minimizar los riesgos para los pacientes.
Ante estos hallazgos, el gobierno está considerando actualizar su política sobre inyectables y ha programado una consulta pública para el próximo mes. Se espera que las recomendaciones de este estudio influyan en las enmiendas a la Ley Médica en 2024.
Otro estudio realizado por los mismos autores, y publicado a principios de este mes, reveló que el 69% de los encuestados experimentó efectos adversos duraderos, como dolor, ansiedad y dolores de cabeza. Aunque los riesgos asociados con estas inyecciones suelen ser leves y temporales, el estudio también resaltó la posibilidad de complicaciones físicas permanentes y debilitantes.
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