La Policía de Cartagena confirmó que capturó a uno de los influenciadores que se hizo viral, después de dar paletas de jabón a adultos mayores y personas en condición de calle.
El joven fue trasladado a la estación de la Policía Caribe Norte, y se le comunicó la imposición de unos copiosos comparendos por conductas que «atentan contra personas de singular protección constitucional».
Al concluir el interrogatorio en las instalaciones de la Fiscalía el acusado, conocido en redes como «Gilad Harb» y compañero de ‘Jay Tomy‘, presentó un letrado.
Video de la Captura
El castigo
La Policía impuso 2 comparendos por comportamientos contrarios a la convivencia.
El primero conforme con el artículo cuarenta de la Ley mil ochocientos uno de dos mil dieciseis, al afectar a conjuntos sociales de singular protección constitucional, como pequeños, adultos mayores y personas en condición de calle.
Y segundo por irrespeto a la autoridad, al lanzar expresiones indecentes a los policías que efectuaban el procedimiento.
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Este «influencer» deberá abonar una multa tipo cuatro, equivalente a $936.320, y otra multa Tipo dos de $234.080, acorde al Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana.
En total, la sanción equivale a $1.170.400.
Las autoridades comunicaron que prosiguen tras la busca de los otros 2 influenciadores vinculados en el vídeo, que «evidencia un atentando contra la salud de personas».
«Los protagonistas de este vídeo brindan comida contaminada con jabón a adultos mayores, pequeños y personas en condición de calle, engañándolos con un supuesto lanzamiento de una nueva marca de helados», apuntó la Policía en un comunicado.
Las autoridad policial apuntó que esta conducta forma en un «maltrato y abuso de estas personas en condiciones de vulnerabilidad, en lugares públicos».
Se les irá hondo
Por su parte, la Fiscalía General de la Nación comunicó que alista una acusaci´n contra los jóvenes por los delitos de imitación y simulación de comestibles contra estas personas de singular protección constitucional.
Cabe añadir que estos influenciadores ya habían sido capturados por sus pesadas gracietas en dos mil diecinueve, con lo que habían subscrito un compromiso con la Fiscalía de no regresar a atentar contra la seguridad y salud pública.
Sus conductas han ido tan lejos, que aun han empleado uniformes de la Policía Nacional y de misiones médicas para raptar a ciudadanos: simulación de porte y trafico de elementos similares a estupefacientes, entre otros muchos.