Muchas veces solemos tener momentos pocos favorables, donde sentimos que todo nos sale mal, y ante eso usualmente tomamos la actitud menos indicada y nos alejamos de Dios.
Recordemos la Frase de San Francisco de Sale:
«Nada pedir, nada rehusar». Agradecer todo, tomarlo todo como venido de las manos de un Padre que sabe lo que hace. Y así, «si llueve, que llueva», en palabras de las protagonistas del comercial.
Esas palabras sirven mucho para motivarse en esos momentos cuando estas un poco con la capa caída, pero agregarle el ingrediente mas importante.
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Una comunicación con Dios te ayudara a desahogarte a dejar tus cargas a un lado y descasar en su palabra.
Esto hará que te sacudas y poco y este un poco mas listo para enfrentar las dificultades, que a diario tenemos que vivir, por distintos motivos.
Muchas personas creen que abandonarse en manos de Dios, aceptar las circunstancias como vienen, era difícil.
Pero aunque lo sea, sigue siendo la parte fácil. Difícil es el día después. El día después de bailar bajo la lluvia.
Por eso descargate siempre, piensa en positivo cada día trae su afán y recuerda que:
‘Dios da las batallas más duras, a su mejores guerreros’ ‘El amor de Dios nunca pasara’ y ‘ Después de la lluvia siempre sale un sol brillante.
Recuerda entonces, que todo depende de que quieras y la forma en cómo trabajas por ello, Dios hará el resto, no necesitamos tener fuerzas, no necesitamos tener paciencia, no necesitamos más que querer lo que El quiera.