Musa Besaile se entregó a la justicia después de dos semanas de haberse emitido la orden de captura en su contra. Con un vídeo la familia lo despidió.
Musa Besaile, a quien la Corte Suprema de Justicia dictó la orden de captura el pasado 25 de septiembre para que responda por una supuesta implicación en el ‘cartel de la toga‘, se encontraba prófugo de la justicia y tras agotar las opciones para evitar su captura, optó por entregarse este 5 de Octubre, no sin antes insistir en su inocencia.
En un vídeo que grabó la familia de Musa Besaile, y que pusieron a circular en redes sociales previo al momento de su entrega a las autoridades en Montería, su esposa afirmó que él le está dando la cara al país, y asegura que “lo único que hizo fue denunciar a un bandido, a un extorsionista, que ya fue judicializado en los Estados Unidos y que hoy vive infraganti”.
Asimismo, explicó que Musa no se había entregado a la justicia esperando los recursos que la defensa había planteado, para revocar la orden de captura en su contra.
https://www.youtube.com/watch?v=OoGeb6CLH_s
Musa Besaile, quien confesó haber pagado 2.000 millones de pesos al entonces Fiscal anticorrupción, Gustavo Moreno, para frenar una orden de captura en su contra en un proceso por ‘parapolítica’ en la corte, es ficha clave en el escándalo de los sobornos a magistrados.
El congresista tal y como lo declaró en una entrevista en la W Radio, ha insistido en su inocencia y aduce haber sido víctima de una extorsión, algo que es totalmente absurdo ya que el pago que hizo fue para “engavetar” su proceso de parapolítica en el cual existían evidencias para ponerlo tras las rejas, tal y como lo reveló a Caracol Radio, la Fiscal delegada ante la Corte Suprema de Justicia, Ana María Erazo Soler, quien investigó y recaudó pruebas en el proceso por parapolítica contra el Senador.
Asimismo, en las declaraciones rendidas ente la justicia y conocidas recientemente, el exfiscal anticorrupción, Gustavo Moreno, y el exgobernador de Córdoba, Alejando Lyons, lo vinculan seriamente con el escándalo de corrupción, a tal punto de conocerse de manera detallada la procedencia de los dineros y las formas de entrega.
Es evidente que el Senador no es ni inocente, ni víctima, es un corrupto más de los que están sentados en el Congreso. Cuando se habla de corrupto, no sólo se hace de quien pide o recibe un soborno, sino que también de quien lo ofrece o acepta pagarlo. Si fuera tan inocente como dice, hubiera denunciado la ‘’extorsión’’ el mismo día en que se la pidieron.
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